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Alergias en gatos: Origen y Cómo controlarlas

Aunque es posible que hayamos oído más veces eso de “tener alergia a los gatos”, en este caso vamos a repasar cómo controlar las afecciones alérgicas que sufren nuestras mascotas felinas.

ALERGIAS EN GATOS

Al igual que los humanos padecemos diferentes tipos de alergias, los gatos pueden desarrollar reacciones alérgicas que surgen cuando el sistema inmunológico detecta alguna sustancia que es nociva para su cuerpo.

Del mismo modo, ejerce como sistema de defensa y de alerta para que seamos conscientes de que la salud del felino está en riesgo.

Las sustancias o elementos a los que pueden tener alergia los gatos pueden ser abundantes, como pueden ser algunas plantas, hongos, productos de limpieza, polen, materiales de plástico o a diferentes insectos.

Pero sí que es cierto que nos solemos cuestionar el origen de esta afección alérgica y, sobre todo, cómo podemos tratarla a la hora de liberar a nuestra mascota felina de sufrir las consecuencias que conlleva una reacción de este tipo en su cuerpo.

Desarrollar un plan de tratamiento con éxito para evitar las alergias comunes en gatos primero requiere un diagnóstico preciso para detener el rascado del animal.

¿Dónde y por qué aparecen las alergias en gatos?

Si apreciamos que nuestro gato tiene picazón, es posible que pensemos que las que la originan sean las pulgas.

Pero si las manifestaciones cutáneas de alergia comienzan a ser visibles, estaremos ante una reacción alérgica que nuestro felino ha sufrido por haber mantenido contacto con algún elemento que se la provoque.

Las alergias en gatos pueden ser bastante complicadas y requieren terapia multimodal, según señala Amelia White, profesora clínica asistente de dermatología en la Facultad de Medicina y Veterinaria de la Universidad de Auburn.

La doctora White ofreció con motivo del VMX 2020 su visión a los asistentes a su conferencia acerca del manejo de varios tipos de alergias en las mascotas felinas.

Una causa común de la que podemos responsabilizarnos nosotros como propietarios es el corte de pelo excesivo que podamos llevar a cabo a nuestro gato.

Con un acicalado excesivo, el animal puede padecer reacciones alérgica.

Pero también puede responder a condiciones incómodas con infecciones del tracto urinario y sacculitis anal tirando de su cabello. El exceso de aseo también puede ser psicógeno, ya que en muchos casos, se inicia por una verdadera condición dermatológica, como puede ser una infección de un parásito.

Pero la mejor pista para determinar el tipo de alergia que padece nuestro gato es la ubicación del cuerpo en la que esta se origina.

La cabeza y la parte caudal del cuerpo suelen ser las partes favoritas de las pulgas. Las alergias alimentarias también pueden afectar a la cabeza del animal además de al cuello y al vientre.

Por otra parte, las hipersensibilidades inmunitarias pueden aparecer en diferentes localizaciones tras la superficie de la piel, siendo los signos asociados los que incluyen anomalías de las vías respiratorias superiores, además de secreción ocular o nasal, asma y enfermedad inflamatoria intestinal.

Dermatitis alérgica en gatos por pulgas

Una infección de un parásito puede originar el prurito felino, siendo la enfermedad pruriginosa más común en los felinos la dermatitis alérgica por pulgas. Se trata de una afección que puede ser estacional o no, según la región geográfica.

Las picaduras de las pulgas, al ser pruriginosas, provocan la manifestación en el cuerpo del gato de alopecia simétrica bilateral y dermatitis miliar debido a que desarrollan hipersensibilidad tipo I y tipo IV a los antígenos salivales de las pulgas.

Los gatos atópicos y los que están expuestos de manera intermitente a las pulgas serían los más afectados.

Dermatitis por picadura de mosquito

También pueden producir hipersensibilidad de tipo I en gatos, ubicándose sus lesiones en el rostro, las orejas y las almohadillas de las patas del animal. Se recomienda utilizar corticosteroides y repelentes de insectos para evitar este tipo de lesiones.

Alergia alimentaria en gatos

A pesar de que es poco común, puede provocar la aparición de placas eritematosas y costrosas en la cabeza del animal, en su cuello, en el pabellón auricular o en su abdomen.

Cuando el gato es joven o geriátrico es cuando podemos apreciar mejor los signos de esta afección, aunque puede manifestarse a cualquier edad.

El diagnóstico suele realizarse mediante un ensayo en el que se eliminan los alimentos, y que suele durar de 8 a 12 semanas. Este tipo de alergia se trata también con corticosteroides y antibióticos, optando además por una dieta proteica.

Atopia en gatos

La atopia en gatos se produce cuando se manifiesta en el animal una inflamación cutánea que se relaciona con los alérgenos ambientales.

Una vez que los antígenos penetran en la piel y son dirigidos a los ganglios linfáticos por las células de Langerhans, donde los linfocitos producirán anticuerpos que inician la cascada inflamatoria.

Son los gatos atópicos los que habitualmente padecen lesiones distribuidas por su cuerpo, siendo el tratamiento más recomendado para la atopia en felinos la inmunoterapia específica para alérgenos.

Esta se desarrolla a partir de los resultados que se han obtenido en las pruebas de alergia intradérmica o serología, que suele mostrar altos niveles de IgE en circulación.

El protocolo multimodal incluye inmunoterapia específica para alérgenos, antiinflamatorios y evita los alérgenos.

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