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Alimentos crudos para perros: ¿Son más o menos sanos?

El debate sobre una dieta para perros basada en alimentos crudos continúa vigente. Incluso los expertos científicos están divididos según una nueva investigación que aporta pros y contras acerca de este dilema.

CACHORRO COMIENDO

Una de las cuestiones prioritarias de los propietarios de mascotas es la alimentación y la dieta a seguir de las mismas. El debate en torno al consumo por parte de nuestros perros de la denominada como Dieta BARF o lo que es lo mismo, alimentos crudos biológicamente apropiados, genera controversia e incluso parte del colectivo veterinario se posiciona en contra de la misma.

El estudio ‘Dietas crudas para perros y gatos: Una revisión, con especial referencia a los peligros microbiológicos’ publicado por la Journal of Small Animal Practice que edita la Asociación Británica de Veterinarios de Pequeños Animales (BSAVA), ha sido el último trabajo que ha analizado la alimentación cruda para estudiar sus beneficios o riesgos.

Si bien se ha llegado a recomendar distanciarse de la comida prefabricada para mascotas, la elección de las dietas crudas preparadas comercialmente tampoco está respaldada por datos científicos que consideren que sea un procedimiento más saludable. Y por ende, el debate está servido.

Los investigadores justifican la desconfianza de los propietarios hacia los productos industriales por su exceso de hidratos de carbono y, por contra, escasez de proteínas, aunque también aseguran que los supuestos beneficios de la alimentación basada en carne que no ha recibido tratamiento térmico no están fundamentados en “pruebas sólidas“.

El autor del proyecto Andrew Wales reconoce que “hay estudios científicos que apuntan a que la comida cruda favorece a una subjetiva mejora de la calidad de las heces“, pero al mismo tiempo especifica la ausencia de pruebas con validez o solidez suficiente.

Además de una menor aparición de enfermedades, los partidarios de esta dieta justifican sus beneficios basándose en la teoría de que los alimentos crudos formaban parte de la dieta de los antepasados de sus mascotas, como los animales carnívoros. Afirmación que el estudio contradice, puesto que “la biología y el estilo de vida imponen limitaciones en estas comparaciones“.

Del mismo modo, Wales recuerda el riesgo de infección por bacterias y malnutrición que conlleva ingerir alimentos crudos, “principalmente la desnutrición“. También ha podido encontrar síntomas de salmonela y generación de bacterias que serían resistentes a los antibióticos, además de otras patologías. Aunque sí reconoce que podría tener un mayor impacto positivo si no se abusa de la misma a largo plazo.

Siendo evidente por tanto que el consumo de alimentos crudos no lleve consigo una base sólida que dictamine que sean beneficiosos para la salud de los perros, los expertos solicitan a los veterinarios que se informe a los propietarios para que sean conscientes.

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