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¿Cómo influye la domesticación en el cerebro de los gatos?

Un reciente estudio apunta a que el tamaño del cerebro de los gatos domésticos ha disminuido un 25% en relación con los gatos monteses salvajes. Este cambio, que estaría directamente relacionado con el proceso de domesticación, no significa que nuestros gatos hayan perdido inteligencia. Se trataría de una evolución a través de la cual los gatos domésticos se han ido adaptando a vivir con el hombre.

Los seres humanos hemos cambiado el tamaño, el color, la longitud del pelo o los rasgos faciales de los gatos domésticos con el fin de adecuarlos a nuestros gustos y necesidades. Pero lo que nunca hubiéramos imaginado es que el proceso de domesticación hubiera provocado cambios en el cerebro de nuestros felinos.

¿Cómo de grande es el cerebro de un gato?

En este sentido los resultados de un estudio realizado por investigadores del departamento de Ciencias Naturales de los Museos Nacionales de Escocia y de la Universidad de Viena y publicado en la revista “Royal Society Open Science”, vienen a demostrar que el cráneo de nuestros gatos domésticos es un 25% menor que el de sus parientes salvajes.

Para llegar a esta conclusión los expertos han comparado las medidas craneales de los gatos domésticos (Felis silvestris) con las de sus ancestros salvajes más cercanos, el gato montés europeo (Felis silvestris silvestris) y el gato montés africano (Felis lybica), utilizando  como punto de partida los estudios realizados en las décadas de 1960 y 1970 en los que únicamente existían referencias con el gato montés europeo.

¿Qué capacidad tiene el cerebro de un gato?

Para los científicos es una evidencia que el tamaño del cerebro de los gatos domésticos se ha reducido durante los últimos 10.000 años de domesticación, aunque advierten que un cerebro más pequeño no significa una menor inteligencia.

En su opinión la causa de esta reducción podría ser la selección de la mansedumbre, que está asociada a cambios en el desarrollo durante la etapa embrionaria y a una reducción de la excitabilidad y el miedo.

Durante la realización del citado estudio se han analizado también los tamaños craneales de ejemplares híbridos de gato doméstico y gato montés, obteniéndose resultados que encajarían en la media de las medidas de ambas especies. Esto no hace más que reforzar la idea de que la domesticación es el origen de este llamativo cambio.

Por otro lado, los gatos no son la única especie doméstica que ha sufrido cambios en su cerebro, porque algo similar también ha sucedido en perros, conejos, ovejas, etc. Esto aporta una información de gran valor para la conservación de especies salvajes amenazadas por la hibridación con animales domésticos.

¿Qué pasa por el cerebro de un gato?

El cerebro del gato comparte algunas características realmente sorprendentes con el del ser humano. La más destacada es que cada parte del cerebro del gato está especializada y conectada con las otras, lo que permite a los gatos entender, responder e incluso manipular su entorno.

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