CARACTERÍSTICAS
FÍSICO DEL LABRADOR RETRIEVER
El Labrador Retriever destaca por tener un físico compacto y vigoroso. Su musculatura es evidente en todas las zonas de su cuerpo, puesto que el pelaje que posee esta raza es corto, duro y denso.
El tono del pelo solo tiene un color:
- negro
- blanco
- rojo-marrón
- amarillo
La piel bajo la que se sustenta el pelaje del animal destaca por ser dura y algo flexible.
El cuerpo del Labrador Retriever tiene una forma prácticamente cuadrada. Cuenta con un tronco no demasiado largo, donde se contemplan un amplio pecho, una espalda recta, un vientre rígido, unas patas robustas y una cola que, aparte de gruesa, también tiene un tamaño considerable.
El cuello del animal, aparte de contar con una ligera papada, tiene una fortaleza y anchura bastante evidentes. Todo ello se debe a que la cabeza del Labrador Retriever es bastante voluminosa y pesada. En ella, se observan, un cráneo bien marcado, unas orejas de tamaño medio y caídas y unos grandes ojos marrones. Su hocico tiene una forma rectangular y cuenta con una trufa con unos orificios bastante definidos. No hay que olvidarse de los ligeros belfos que cuelgan de la boca del animal, tapando una boca fina, en la que se localizan unos dientes afilados y una gran lengua.
ALIMENTACIÓN Y DEPORTE
Los primeros años de vida, el Labrador Retriever tiene una actitud mucho más enérgica, mientras que, según van avanzando los años, esa intensidad se va diluyendo. ¡Es imprescindible compensar la alimentación a esos momentos vitales del can!
El deporte se hace más que necesario en la vida del Labrador Retriever. Al tratarse de una raza con riesgo serio de sufrir sobrepeso, los ejercicios diarios no deben faltar. Encontrando el equilibrio entre deporte y alimentación, la salud de este animal será la deseada por todo veterinario.
COMPORTAMIENTO
El Labrador Retriever es un can con una actitud claramente familiar y amable. Todos los ejemplares de esta raza muestran constantemente su afecto a los suyos, especialmente a los más pequeños de la casa.
Es un perro que no suele provocar problemas en la convivencia, ya que es cordial con todo el mundo, incluso con otros canes. Los primeros años de vida son canes mucho más activos e inquietos, mientras que, cuando ya alcanzan una edad más adulta, se vuelven más tranquilos y perezosos.
No son grandes perros guardianes, pero son canes de trabajo. Un Labrador Retriever siempre estará dispuesto a hacer encargos o juegos con su dueño. Su enorme inteligencia le permite captar rápidamente órdenes que otras razas serían incapaces de asimilar.
SALUD DEL LABRADOR RETRIEVER
Ningún perro se libra de sufrir enfermedades a lo largo de su vida, tampoco el Labrador Retriever. Entre otras patologías, esta raza destaca por padecer enfermedades oculares, entre ellas, la atrofia progresiva de la retina, la displasia de retina y las cataratas.
Como perro portador de una musculatura considerable, tampoco se libra de los problemas articulares típicos, como la displasia de cadera y la displasia de codo. En este apartado, también se puede incluir una lesión menos común, pero no por ello improbable en el cuerpo del animal: la rotura de ligamento anterior.
El Labrador Retriever también es propenso a sufrir otitis, ya que cuenta con las orejas caídas y la humedad no siempre es fácil de eliminar en esta zona. Además, se trata de una raza que, propulsada por el sedentarismo, tiende a adquirir sobrepeso.
Con todo este posible historial de patologías del labrador, el Labrador Retriever goza de una salud que le permite llegar, de media, a los trece años de vida.
HISTORIA
Si hay algo claro sobre la historia del Labrador Retriever, es que desciende del Terranova. Esta última raza, llegó a Gran Bretaña en el siglo XIX, junto con otros canes denominados St. John, los cuales eran de un tamaño más pequeño.
La raza se fue desarrollando con el cruce de los Terranova, St. John y los Golden Retriever (que empezaron a surgir en esa época). Desde su surgimiento, la función del Labrador Retriever ha estado siempre ligada al rescate –“retriever” significa “rescatador”-. Aunque en un principio este can se empleaba para recuperar las presas alcanzadas por los cazadores en el agua, lo cierto es que, el Labrador Retriever ha llegado a nuestros días ampliando su funcionalidad en todos los ámbitos.
Por ello, no es extraño ver ejemplares de esta raza como:
- perros guía
- perros de rastreo
- perros de rescate
- perros de aduana
- perros de cuerpos especiales
- perros de compañía.
¡Es el todoterreno de los canes!
CURIOSIDADES DEL LABRADOR RETRIEVER
El Labrador Retriever es un perro que hoy en día se sigue destinando para tareas de rescate. Esto se debe, en gran parte, a que este can es un excelente nadador. Y es que esta raza está preparada genéticamente para recorrer en el agua distancias importantes.
¿Qué factores innatos posee el Labrador Retriever para nadar mejor que otras? Aparte de sus musculadas extremidades delanteras que le permiten patalear con mucha fuerza, en sus pies se encuentra la clave. En estos, entre los distintos dedos, se contempla una membrana que favorece mucho la fricción con el agua y posibilita que la habilidad nadadora del can se potencie.
Otra parte del cuerpo clave para favorecer el nado del can es la cola. Esta zona, conocida también como “cola de nutria”, ayuda a que el animal tenga un movimiento más limpio dentro del agua. Y, por último, en este apartado no podría faltar el pelaje del can. Aparte de que es corto, ¡es resistente al agua!
Te puede interesar: Tipos de razas de perros grandes
