
En 2022 se puso en marcha el Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, una estrategia de Salud Pública que desde el pasado 2 de enero se ha extendido a los animales de compañía. A partir de esta fecha los veterinarios tienen muy limitado el uso de antimicrobianos y, además, a través del sistema PresVet están obligados a identificar a los animales y registrar la prescripción y uso de estos fármacos.
Pocos propietarios y tutores de mascotas saben que desde el pasado 2 de enero el Sistema de Vigilancia de Prescripciones de Antibióticos (PresVet) ha comenzado a funcionar también para animales de compañía, lo que entre otras cosas supone que hay antibióticos que no pueden utilizarse en mascotas.
Por otro lado, los veterinarios de toda España tienen muy limitado ahora el uso de antibióticos, además de estar obligados a registrar e identificar a las mascotas que los reciben y teniendo en cuenta que en la mayor parte de los casos no pueden utilizarlos sin antes realizar pruebas analiticas que justifiquen su uso.
Hasta ahora el sistema PresVet venía funcionando en el tratamiento veterinario de animales y ganado de producción, pero con esta nueva medida lo que pretende el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación es extender el territorio de acción de PresVet a los animales de compañía. El objetivo es tener mayor información y control sobre el uso de antibióticos en el sector veterinario.
Qué es PresVet
En 2022 se puso en marcha en España el Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, donde se establecen distintas medidas de vigilancia y control en la prescripción, venta y uso de este tipo de fármacos.
Dentro de este plan se creó el Sistema Informático Central de Control de Prescripciones Veterinarias de Antibióticos (PresVet), cuyo objetivo es crear una base de datos que permita conocer qué tipos de antibióticos son los más consumidos en España a nivel veterinario, con el fin de poder desarrollar y establecer en el largo plazo estrategias que permitan un uso razonable de los mismos.

En este sentido la novedad es que a partir del pasado 2 de enero PresVet también ha comenzado a recabar y registrar información sobre los tratamientos antimicrobianos prescritos a mascotas, al tiempo que los especialistas han visto limitado su uso algo que seguramente habrán percibido los propietarios que hayan pasado por las consultas veterinarias en las últimas semanas.
Para los veterinarios de animales de compañía los fármacos antibióticos se han repartido en cuatro categorías, tres de las cuáles pueden utilizarse libremente o a partir de pruebas de laboratorio que prueben la necesidad de su utilización, mientras que los antibióticos comprendidos en una cuarta categoría no pueden ser utilizados.
Objetivo: One Health
Desde la óptica de la salud pública cada día se detectan nuevas bacterias resistentes a la acción de los antibióticos y por esta razón desde los ministerios de Sanidad y de Agricultura, y dentro del concepto «One Health», se aconseja a médicos y veterinarios un uso restringido de los mismos como plan de lucha para no continuar incrementando dichas resistencias.
Por otro lado, para los dueños de mascotas esta nueva estrategia significa que desde comienzos de año los veterinarios no pueden prescribir libremente cualquier tipo de antibiótico y al mismo tiempo están obligados a la identificación individual de los animales y de los tratamientos a través del sistema PresVet.
En los casos en los que los resultados de las pruebas analíticas hagan necesario utilizar antibióticos no contemplados en el «botiquín veterinario», los veterinarios estarán obligados a justificar el uso de dichos fármacos por el interés de la salud pública y el bienestar de los animales, teniendo siempre muy en cuenta que la normativa establece que un uso incorrecto de los mismos puede suponer fuertes sanciones para los especialistas.

El Gobierno puntualiza
En este sentido la Dirección General de los Derechos de los Animales ha establecido, que a falta de identificación los profesionales veterinarios podrán administrar tratamientos del llamado «botiquín veterinario» a aquellos animales no identificados que lleguen a sus consultas, aunque en estos casos el uso de antimicrobianos queda limitado a tres situaciones concretas:
-Gatos comunitarios sin identificación municipal.
-Animales abandonados o extraviados. -Animales no identificados que padezcan patologías que puedan comprometer su salud o la salud de las personas con las que conviven.
