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Cómo mejorar la calidad de vida de un perro discapacitado

discapacidad en mascotas

En perros las amputaciones de una pata suelen venir provocadas por un accidente, generalmente un atropello, pero también puede deberse a otro tipo de lesiones e incluso a una circunstancia congénita de nacimiento.

Que los perros tengan cuatro patas no significa que no puedan vivir con tres. Es evidente que si se tratara de animales salvajes probablemente no conseguirían sobrevivir con una pata menos, pero en el caso de mascotas lo único necesario es controlar la alimentación para evitar problemas de sobrepeso y artritis y gestionar el nivel de ejercicio con el fin de que la discapacidad no les impida mantener sus articulaciones, huesos y músculos en buena forma.

perros discapacitados

El creciente amor hacia los animales de compañía, unido al avance de las tecnologías veterinarias y protésicas, ha permitido que más perros discapacitados lleven una vida activa y feliz. Un perro que ha sufrido la amputación de una pata puede adaptarse bien a esta nueva realidad, pero su cuidado requiere atención especial en áreas como la alimentación, el ejercicio y la seguridad del entorno en el hogar.

Existen varias razones por las que un perro puede perder una pata. La más común es un accidente, como un atropello, que provoca lesiones irreparables. Sin embargo, también puede ser resultado de lesiones graves no relacionadas con accidentes o incluso de condiciones congénitas que afectan al desarrollo del cachorro desde su nacimiento. Aunque estas circunstancias pueden parecer limitantes, con los cuidados adecuados, un perro discapacitado puede disfrutar de una vida plena.

Sí, los perros pueden adaptarse sorprendentemente bien a vivir con tres patas. Sin embargo, hay ciertos aspectos fundamentales para garantizar su bienestar. La alimentación debe controlarse para evitar problemas de sobrepeso, ya que esto podría generar artritis o sobrecargar las extremidades restantes. Además, el ejercicio debe ser regular, pero adaptado a sus capacidades, para mantener las articulaciones, huesos y músculos en buen estado.

Es igualmente importante crear un entorno seguro en casa. Asegúrate de que los espacios estén libres de obstáculos que puedan dificultar su movilidad, especialmente si tienen que desplazarse por superficies resbaladizas o subir escaleras.

Las prótesis pueden parecer una solución ideal para un perro discapacitado, pero su viabilidad depende de varios factores. No todos los perros se adaptan bien a ellas, ya sea por sus características físicas o por la falta de comodidad. Además, los costos de las prótesis suelen ser elevados y, en muchos casos, requieren sustituciones a lo largo de la vida del perro.

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Es crucial contar con la orientación de un veterinario para evaluar si una prótesis es adecuada para tu mascota. Cada caso es único, y la decisión debe basarse en el bienestar del animal y en su capacidad de adaptarse a este tipo de ayuda.

El ejercicio es fundamental para mantener la salud de un perro discapacitado. Es preferible optar por caminatas cortas y frecuentes en lugar de una caminata larga, que podría resultar agotadora. Siempre permite que el perro marque su propio ritmo, evitando tirones o aceleraciones innecesarias que puedan causar lesiones.

La natación es una alternativa excelente, ya que fortalece los músculos sin ejercer presión sobre las articulaciones. Este tipo de ejercicio es ideal para perros discapacitados, ya que les permite mantenerse activos de forma segura.

Mantener un peso saludable es crucial para un perro que se apoya únicamente en tres patas. El sobrepeso aumenta el riesgo de problemas en las articulaciones y puede hacer que las extremidades restantes se sobrecarguen, mientras que una delgadez extrema tampoco es beneficiosa.

Una dieta equilibrada debe ser diseñada por un veterinario, quien ajustará las raciones según el tamaño y las necesidades del perro. También es recomendable utilizar comederos elevados, ya que esto facilita el acceso a la comida y el agua, evitando que el perro tenga que agacharse constantemente, lo que puede ser incómodo para él.

Es esencial que el entorno del hogar sea seguro y accesible para un perro discapacitado. Si hay escaleras en la vivienda, lo ideal es restringir su acceso o utilizar un arnés para ayudar al perro a subir y bajar de forma segura. En suelos resbaladizos, puedes colocar calcetines o calzado antideslizante en las patas del perro para mejorar su agarre y prevenir caídas.

Además, asegúrate de que el perro tenga un lugar cómodo para descansar, especialmente si necesita evitar ciertas superficies difíciles de transitar.

El veterinario desempeña un papel fundamental en la vida de un perro discapacitado. No solo ayudará a diseñar una dieta y un plan de ejercicio adaptados a sus necesidades, sino que también realizará chequeos periódicos para monitorizar su salud.

Es importante mantener una comunicación constante con el veterinario para ajustar los cuidados según las necesidades del perro, especialmente si aparecen nuevos desafíos relacionados con su movilidad o condición física. Con la orientación adecuada, tu perro puede disfrutar de una vida plena y feliz, incluso con una discapacidad.

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