En los gatos domésticos el patrón atigrado es uno de los últimos vestigios de un pasado salvaje, de ahí el carácter mitológico que este tipo de gatos tienen en algunas culturas. El color de pelo de los gatos atigrados se debe, principalmente, al llamado “gen tabby”, que hace referencia a un antiguo tejido de seda originario de Irak y que presentaba las mismas tonalidades atigradas.
El pelaje de los actuales gatos domésticos puede presentar diferentes patrones de color que son el resultado de constantes y múltiples combinaciones genéticas. En este sentido el particular patrón atigrado que presentan algunos gatos se debe, principalmente, a la intervención del llamado “gen tabby”.
Mirando al pasado los actuales gatos atigrados serían los que más se asemejan a los ejemplares africanos, e incluso de gato montés europeo, que originariamente sirvieron de base biológica para la posterior aparición de los gatos domésticos.
En su particular proceso de evolución podemos considerar que el “gen tabby” es un vestigio de un pasado salvaje que ha ayudado a los gatos a adaptarse y camuflarse en un entorno natural con el fin de protegerse, cazar, etc., con mayor facilidad y garantías de éxito.
Los tipos de gatos atigrados
Dentro de los gatos que por las tonalidades de su pelaje responden a las características de patrón atigrado los expertos diferencias cuatro tipos, Clásico, Moteado, Mackerel y Torbie, que pueden combinarse con ojos verdes, dorados o azules y en la mayoría de los casos con una característica “M” dibujada sobre la frente.
En algunos países a los gatos atigrados se les conoce con el sobrenombre de “Tabby”, en referencia al particular gen que los caracteriza y cuyo nombre procede del vocablo árabe al-Attabiya, un barrio de Bagdad, capital de Irak, que fue famoso en el siglo XVI por producir un tejido de seda que tenía una gama de colores muy similar al patrón que presentan los gatos atigrados y que puede ser de varios tipos.
- Atigrado Clásico: Estos gatos presentan delgadas rayas oscuras que se extienden a lo largo de todo todo el cuerpo. Se trata del patrón tradicional de gato atigrado y el más extendido con aproximadamente un 70% de los ejemplares.
- Atigrado Moteado: En este tipo de gatos las rayas continuas son más dispersas y en muchos casos se ven sustituidas por manchas más o menos redondeadas que proporcionan al pelaje del animal un color moteado muy peculiar.
- Atigrado Mackerel: En estos gatos las franjas de color son más anchas y se desarrollan en forma de abanico.
- Atigrado Torbie: En estos ejemplares el patrón atigrado se ve combinado con manchas de color naranja.
Además de por el patrón, los gatos atigrados también pueden clasificarse en función de una amplia gama de variaciones de color en su pelaje, surgiendo así los atigrados marrones, plateados, rojos o azul.
Los atigrados atraen la buena suerte
En el antiguo Egipto los gatos atigrados estaban asociados a la diosa de la felicidad Bastet o Bast, una divinidad personalizada en los rayos del sol y cuya misión era proteger los hogares y asegurarles armonía y vitalidad.
Para esta cultura a orillas del Nilo los gatos atigrados representaban energía y vitalidad y además tenían poderes protectores, de ahí que compartieran la vida hogareña de los egipcios, al igual que sucedía con los celtas para quienes los gatos atigrados eran animales con cualidades mágicas que servían para alejar y protegerse de los malos espíritus.
Por su parte, en Japón los gatos atigrados reciben el nombre propio de “Maneki-Neko”, similar al nombre chino de “Zhaocai Mao”, y también están considerados como animales que ofrecen protección y que tienen la virtud de atraer la buena fortuna, lo que explica que en la vida diaria del país nipón sea frecuente ver como muchos japoneses utilizan amuletos de “maneki-neko”.