En España hay unas 300 variedades de setas tóxicas, pero tan sólo cinco pueden considerarse venenosas y altamente peligrosas para la salud de nuestros perros. Nuestro primer consejo es impedir que estas setas puedan ser ingeridas en las salidas al campo y el segundo es que cuando tengamos alguna sospecha acudamos al veterinario para que realice una valoración del animal.
El otoño es época de setas y de salidas al campo con nuestras mascotas, pero en esta época es importante saber que no todas las setas son comestibles y que en estos meses otoñales los veterinarios alertan sobre aquellas setas que pueden resultar tóxicas para nuestros perros.
Es importante que en los paseos por el campo no perdamos de vista a nuestras mascotas con el fin de evitar que puedan comerse cualquier hongo que se encuentren en su deambular, dado que algunas de estas setas tóxicas tienen colores muy llamativos e incluso pueden desprender aromas que resulten atractivos para los animales.
Si sospechamos que nuestro perro ha ingerido una seta que nos levanta sospechas lo aconsejable es acudir de inmediato al veterinario para que valore el estado del animal. Y si podemos llevar una muestra de la seta en cuestión mejor, porque nos permitirá identificarla y conocer si es tóxica y cuál es su grado de toxicidad.
¿Qué setas son peligrosas para un perro?
Los expertos nos advierten de que en España hay unas trescientas variedades de setas que presentan algún grado de toxicidad y en este sentido debemos desechar la falsa idea de que las setas más venenosas son aquellas que presentan colores más llamativos, porque esta teoría popular y poco científica no siempre funciona.
De estas trescientas setas que podemos considerar tóxicas hay que destacar cinco cuya ingesta puede resultar mortal en el caso de los perros y también cuándo se trata de personas. Estas setas son: Amanita Phalloides, Amanita Verna, Amanita Virosa, Cortinarius Orellanus, Lepiota Helveolla.
Además, uno de los problemas de las sustancias tóxicas contenidas en estas setas es que pueden ser de largo periodo de actuación, lo que significa que cuando el animal muestra los primeros síntomas de intoxicación suele ser demasiado tarde para acudir al veterinario y aplicar un tratamiento corrector.
Por el contrario, cuando el tóxico es de actuación rápida los síntomas aparecen a las pocas horas de la ingesta y con ello los daños causados en el organismo suelen ser menos graves y su tratamiento más eficaz.
Por otro lado, aunque las setas ingeridas no sean tóxicas por la zona donde se encuentren pueden contener altos niveles de contaminantes, bacterias y otros microorganismos, que no hacen ningún bien a la salud de los perros, de forma que de cara a los propietarios la mejor prevención será impedir la ingesta sin control de todo tipo de setas.
¿Hay setas buenas para los perros?
Claro, aquellas que estamos seguros que son comestibles y por supuesto las cultivadas y entre estas últimas los champiñones. En este sentido hay que tener en cuenta que los perros son animales omnívoros y no carnívoros estrictos como sucede con los gatos, de forma que su dieta puede incorporar los champiñones.
No es frecuente encontrar setas en la composición de los piensos comerciales, pero en las dietas calificadas como naturales sí que aparecen aunque siempre en cantidades adecuadas. Es importante tener en cuenta que en la alimentación de los perros las proteínas de origen animal deben suponer un 60-80% de la dieta, dependiendo siempre de la edad, tamaño y nivel de ejercicio que realice el animal.
El porcentaje restante de la dieta puede estar compuesta por alimentos de origen vegetal, como las setas, u otros como cereales, frutas, etc. En el caso de los champiñones (vale también para otro tipo de setas) el porcentaje de presencia en la dieta no debe exceder del 3%.
Por regla general las setas son alimentos que aportan poca energía, aproximadamente unas 30 kcal/100 gramos, de forma que este tipo de nutrientes es interesante cuando se trata de animales que sufren problemas de sobrepeso y que siguen una dieta baja en grasas.
Por otro lado, las setas contienen altos niveles de fibra, un componente que aporta sensación de saciedad, con lo cual el animal pierde el hambre antes, y que al mismo tiempo sirve para regular el tránsito intestinal y favorece el mantenimiento de la microbiota.
Finalmente, desde un punto de vista nutricional los champiñones contienen vitaminas B1, B2, B3 y C, niacina, riboflavina y minerales como potasio, fósforo, selenio y hierro.