Los perros tienen una buena memoria a largo plazo, pero una mala memoria en el corto plazo. La razón se basa en la llamada “memoria asociativa”, que combina los recuerdos con la información obtenida a través de los sentidos. El resultado de esa combinación es la memoria a largo plazo. Por el contrario, su memoria instantánea apenas dura entre 5 y 30 segundos.
¿Tienen los perros buena memoria? Quienes conviven con perros a veces se sorprenden con el hecho de que sus mascotas demuestren tener memoria de elefante para algunas cosas y personas, mientras que por el contrario en otras situaciones del día a día su memoria parece ser tan corta como la de un pez. ¿Cuál es la razón?
Todo tiene que ver con la memoria a corto y largo plazo de los perros, una cuestión que ha investigado en profundidad el neurocientífico G.S. Berns y que en las conclusiones de su estudio nos brinda alguna que otra sorpresa.
Recuerdos a perpetuidad
Por su duración y nivel de detalle la memoria a largo plazo de los perros puede resultarnos muy sorprendente. Según las investigaciones de G.S. Berns nuestros perros tienen la capacidad de recordarnos de por vida, aunque lo más curioso es que en ese recuerdo a perpetuidad también pueden estar personas a las que tan sólo han visto una vez. ¿Cómo pueden hacerlo?
Pueden hacerlo con la información obtenida a través de los sentidos (olfato, vista y oído) y asociando dicha información con los recuerdos, lo que los expertos denominan “memoria asociativa”. En esta capacidad de recordar y recordarnos hay que tener en cuenta que los perros poseen 300 millones de receptores olfativos, contra los apenas seis millones de los humanos, por lo que son capaces de captar y almacenar todo tipo de olores, aromas, etc., y más tarde llegar a relacionarlos con el recuerdo de una persona en concreto.
Por esta razón cuando hace tiempo que un perro no ve a una persona lo primero que hace es olfatearla, procesar la información obtenida e ir a su “memoria asociativa” con el fin de rastrear en su almacén de recuerdos. Lo que el perro obtendrá de ese análisis es una evocación positiva o negativa de la persona que acaba de oler y con ello su comportamiento hacia ella será uno u otro.
Lamentablemente, el gran problema de recordar a largo plazo es una patología que en el mundo veterinario recibe el nombre de “disfunción cognitiva”, una especie de Alzheimer canino que se estima que sufren entre el 14 y el 28% de los perros mayores de ocho años y uno de cuyos principales síntomas es la pérdida de memoria.
Esta patología, que suele estar mal diagnosticada por tener unos síntomas que no son demasiado evidentes, no tiene cura pero sí un tratamiento basado en las rutinas y el enriquecimiento mental con el que se consigue que el animal pueda mantener un adecuado nivel de bienestar y de calidad de vida.
Memoria a corto plazo
Una de las conclusiones del estudio de G.S. Berns es que la memoria a corto plazo de los perros suele ser muy limitada y que su duración puede establecerse entre 5 y 30 segundos, de ahí que las correcciones a un comportamiento indeseado deban realizarse de forma inmediata, porque si esperamos unos minutos para hacerlo probablemente el animal ya no recuerde cuál es la razón de la reprimenda.
Por otro lado, en un estudio realizado en 2011 los investigadores también pudieron comprobar que la memoria a corto plazo de los perros es muy “cortoplacista” y que transcurridas dos horas de nuestra ausencia, cuando ya entra en juego la memoria a más largo plazo, el recibimiento que nos hacen al regresar a casa es mayor que si hubiéramos estado menos tiempo y que ese comportamiento perruno incrementa su nivel de efusividad a medida que el tiempo de ausencia aumenta.