Animales y seres humanos compartimos la propiocepción, que es la capacidad de tener conciencia en tiempo real de cuál es la posición de cada una de las partes de nuestro cuerpo. Esta habilidad, que no necesita de la intervención de los sentidos, permite que podamos realizar movimientos de forma automática, coordinada y manteniendo siempre una situación de equilibrio.
¿Qué es la propiocepción para perros?
La propiocepción o “conciencia de lo propio” puede definirse como la capacidad que tiene nuestro cuerpo -también sucede en los perros y en el resto de animales- para tener conciencia en todo momento de cuál es la posición exacta de cada una de las partes que conforman nuestro cuerpo.
Esta habilidad natural y compartida facilita que podamos tener un esquema del cuerpo en tiempo real y que gracias a ello sea posible que podamos realizar movimientos de forma coordinada, manteniendo dirección y equilibrio en todo momento y de forma totalmente automática.
Los expertos consideran que la propiocepción es de alguna manera un sentido más, aunque de carácter interno, ya que es capaz de enviar información al cerebro sin necesidad de utilizar ninguno de los cinco sentidos que componen el llamado sistema exteroceptivo (vista, olfato, oído, tacto y gusto) y que de forma habitual son los encargados de facilitarnos la información que necesitamos en relación con los estímulos que tienen un origen exterior.
¿Para qué sirve la Propiocepción canina?
Lo importante en el caso de nuestros perros es que la propiocepción canina es una facultad que puede entrenarse y mejorarse, algo muy necesario en animales que viven en ciudades y que escasamente salen al campo, montaña, etc.
Ejercitar la propiocepción es una cuestión muy importante en todo tipo de perros, principalmente en los que practican actividades deportivas, pero también cuando se trata de cachorros o ejemplares jóvenes que todavía no tienen una desarrollada conceptualización de su cuerpo y perros en edad senior o que se encuentran en rehabilitación o en tratamiento por conductas de miedo, inseguridad, etc.
¿Cómo se evalúa la propiocepción en perros?
Cuando se trata de perros que siguen un programa de rehabilitación por problemas musculares o articulares, los ejercicios para mejorar su propiocepción les ayudan a ganar masa muscular y a reeducar los receptores musculares para que puedan transmitir la información al cerebro de forma correcta.
Por otro lado, en el caso de comportamientos de inseguridad o reactividad el hecho de potenciar la propiocepción contribuye a generar mayores niveles de autoconfianza y autocontrol en aquellos animales afectados.
¿Cómo se trabaja la propiocepción?
Aunque el concepto pueda parecer algo complejo los ejercicios que favorecen la propiocepción no son nada complicados, porque sobre todo se trata de repetir rutinas muy sencillas en cuya realización vamos a necesitar pocos elementos.
Incluso en muchos casos es posible aprovechar aquellos entornos habituales en los paseos que puedan ser adecuados para llevar a cabo los ejercicios. Lo importante es que los perros se diviertan y se encuentren a gusto con el entrenamiento.
A la hora de potenciar la propiocepción es importante que nuestro perro trabaje sobre objetos o superficies no planas e inestables, con el objetivo de que cada vez sea más consciente del equilibrio, de la fuerza de sus articulaciones y músculos y pueda tomar conciencia de todo su cuerpo.
Si no contamos con la colaboración de un experto en entrenamiento canino, siempre es aconsejable que previamente consultemos con nuestro veterinario con el fin de que nos advierta de cuáles son los ejercicios que pudieran resultar contraproducentes en cada caso concreto.
Por esta razón los ejercicios de propiocepción deben adaptarse en función de la edad del animal y de su estado físico. Cuando se trata de perros jóvenes el periodo comprendido entre los 6 y 7 meses es una buena edad para comenzar a trabajar la propiocepción, porque está comprobado que este tipo de ejercicios físicos les ayuda a tener una mejor interacción con su entorno y a canalizar de forma positiva su energía y emociones.
Por el contrario, cuando se trata de perros en edad senior las rutinas de ejercicios de propiocepción deben ir dirigidas a fortalecer y proteger las articulaciones y retrasar los síntomas de la artrosis.