Los perros fueron los primeros en comprobar los efectos positivos del Viagra, aunque en su caso, como sucede en los hombres, no fue para tratar la disfunción eréctil. En los perros este trastorno puede estar provocado por problemas de salud subyacentes o por una escasa o excesiva alimentación y son los veterinarios los que deben definir las causas y prescribir el tratamiento más adecuado.
Más allá de la creencia popular de que los perros acaban por parecerse a sus dueños, es cierto que humanos y perros sufrimos por igual ciertas enfermedades y una de estas patologías compartidas es la disfunción eréctil, un problema que como veremos a continuación no es exclusivo de los hombres.
En los perros la disfunción eréctil suele ser consecuencia de diferentes problemas subyacentes de salud (desequilibrio hormonal, trastornos vasculares, anomalías en el aparato reproductor, etc.), a los que habría que sumar aquellos trastornos de la conducta derivados de experiencias dolorosas o de miedo.
Por otro lado, hay expertos veterinarios que a estas causas de disfunción eréctil también añaden las provocadas por una incorrecta alimentación, ya sea por exceso o por defecto, o a una dieta poco equilibrada donde la ausencia de algunos nutrientes básicos provoca una deficiente estimulación sexual.
¿Qué hacer si mi perro tiene disfunción eréctil?
Si comprobamos que nuestro perro muestra síntomas de disfunción eréctil la visita al veterinario es obligada con el fin de que determine las causas del problema, aunque en su caso hay que afirmar que el tratamiento con Viagra no es, como sí sucede en los hombres, el fármaco milagro por excelencia.
Lo curioso en esta historia es que los perros fueron los primeros animales en comprobar los efectos del Viagra, dado que los veterinarios han utilizado este fármaco de forma habitual pero con otros fines terapéuticos.
¿Qué hace la viagra en los perros?
Dadas sus conocidas virtudes vasodilatadoras, que mejoran el flujo sanguíneo, los veterinarios solían prescribir el Viagra en los casos de perros que sufrían hipertensión pulmonar, dado que la administración de este fármaco les permitía mejorar los síntomas de la enfermedad y con ello su calidad de vida.
Por el contrario, en los casos de disfunción eréctil no está comprobado científicamente que en perros el Viagra sea la solución al problema.
Junto a los problemas de salud los expertos coinciden en que en los perros una nutrición deficiente puede llegar a provocar diferentes trastornos de índole sexual, como pérdida de libido, disminución de la cantidad de esperma o atrofia testicular, circunstancias que explicarían la existencia de disfunción eréctil.
Se estima que estos efectos negativos pueden hacer acto de aparición, principalmente, cuando la proteína ingerida por el animal se encuentra por debajo del 2% o cuando existe un déficit de vitamina A.
Pero hay que tener en cuenta que un exceso de alimentación puede dar lugar a problemas de sobrepeso, que entre otras cosas pueden generar en los perros una afectación a los movimientos de sus extremidades traseras que provoquen una mala termorregulación y dificultades en el apareamiento.
Por último, en el tema de la disfunción eréctil en perros los veterinarios también señalan como factores clave la socialización y el escenario ambiental. Esta última opinión tiene que ver con el hecho de que la conducta sexual de los perros está regulada, además de por las hormonas, por una serie de circunstancias (identificación y búsqueda de hembras, cortejo y apareamiento) donde el factor ambiental juega un importante papel a la hora de potenciar los estímulos auditivos, olfativos, visuales y táctiles.