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Síndrome del Cachorro Nadador

El Síndrome del Cachorro Nadador (SCN) suele tener un origen genético y afecta más a los cachorros de razas caninas pequeñas.

¿Cuándo se ponen de pie los cachorros?

Lo normal es que un cachorro pueda ponerse en pie y caminar transcurridas dos o tres semanas desde su nacimiento, pero si esto no sucede así es posible que sufra el llamado Síndrome del Cachorro Nadador (SCN).

¿Qué es el Síndrome del cachorro nadador?

Este trastorno aparece en algunos perros recién nacidos y se trata de una deformidad de carácter reversible que afecta a sus patas y que les impide ponerse en pie y caminar, moviéndose de forma similar a como lo hacen las tortugas.

El SCN precisa tratamiento veterinario urgente porque en caso contrario puede afectar negativamente a la respiración, al aparato digestivo y a la circulación sanguínea, impidiendo además que el animal pueda alimentarse por sí mismo, cuestiones todas ellas que pueden afectar a su salud de forma grave.

Los cachorros de todas las razas caninas pueden verse afectados por el Síndrome del Cachorro Nadador, aunque está comprobado que su aparición suele darse con más frecuencia en las razas de menor tamaño.

Estudios científicos muestran que en algunas razas existe una predisposición genética y morfológica que provoca que un porcentaje indeterminado de cachorros sufran SPN, aunque también se apunta la posibilidad de que algún tipo de infección uterina pueda afectar al correcto desarrollo de los músculos abductores de los cachorros.

En cualquier caso en los animales afectados los veterinarios deben prestar especial atención al correcto desarrollo de las extremidades, dado que el SPN puede llegar a causar deformaciones en las patas.

cachorro nadador

¿Cómo saber si un cachorro tiene problemas para caminar?

Los síntomas iniciales del SCN son que los cachorros presentan un pecho aplanado en lugar de redondeado y que los animales muestran un estado de letargo con escasa presencia de movimientos.

Transcurrida una semana desde el nacimiento las patas suelen permanecer abiertas hacia los lados y el cachorro es incapaz de sostenerse por sí mismo. Posteriormente, a las tres semanas y como consecuencia del SCN el cachorro afectado todavía no habrá desarrollado la capacidad de ponerse en pie y caminar, al contrario de lo que sucede con sus hermanos de camada.

En este sentido una vez comprobado que tenemos un cachorro “nadador” acudiremos al veterinario para que pueda comenzar con el tratamiento. Por regla general los cachorros con SCN pueden ponerse en pie y caminar cumplidas las 4-6 semanas de vida, pero en algunos casos el Síndrome del Cachorro Nadador no desaparece hasta transcurridas 12 semanas.

¿Cómo curar el síndrome del cachorro nadador?

Si tenemos un cachorro con SCN que es incapaz de ponerse en pie y moverse por sí mismo, lo fundamental en estos casos es ayudar a revertir esta situación y armarse de paciencia porque la solución al problema no es cuestión de unos pocos días.

Los fisioterapeutas caninos aconsejan usar un arnés para suspender al cachorro cuatro veces al día en tandas de 20 minutos. Es importante que en estos ejercicios las patas toquen ligeramente el suelo pero sin soportar su peso. Al mismo tiempo estimularemos el movimiento de caminar.

Lógicamente, hay que evitar que el animal se mueva en superficies resbaladizas o dónde el agarre sea problemático y tampoco es aconsejable que el cachorro descanse sobre superficies duras que contribuyan a comprimir la zona torácica y a dificultar el proceso de respiración.

También puede ser útil hacerle cosquillas en las almohadillas de las patas con el fin de contribuir al desarrollo de los nervios. Además, con este acto probablemente el cachorro tienda a mover las patas y con ello vaya ganando una fuerza creciente en los movimientos.

En esta fase del tratamiento es importante asegurarnos de que el cachorro se alimenta adecuadamente pero no en exceso, dado que el sobrepeso es un factor que va a dificultar la recuperación y la capacidad de movimientos.

Síndrome del cachorro nadador

¿Qué hacer cuando un perro no tiene fuerza en las patas traseras?

La falta de fuerza en las patas traseras de un perro puede deberse a diversas causas, como lesiones, enfermedades neurológicas o musculares, artritis, o envejecimiento. Si notas que tu perro tiene dificultades para mover sus patas traseras o ha perdido fuerza en ellas, es importante que tomes medidas rápidamente para ayudarlo. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

  • Consulta a un veterinario: Lo primero que debes hacer es llevar a tu perro al veterinario. El veterinario podrá realizar un examen físico completo, realizar pruebas diagnósticas y determinar la causa subyacente del problema. Esto es esencial para establecer un plan de tratamiento adecuado.
  • Descanso: En muchos casos, se recomienda que el perro descanse para permitir que su cuerpo se recupere. Esto puede implicar limitar la actividad física y proporcionar un lugar cómodo para descansar.
  • Terapia física: Un fisioterapeuta veterinario puede ayudar a diseñar un programa de ejercicios y terapia física para fortalecer las patas traseras de tu perro. Esto puede incluir ejercicios de rango de movimiento, masajes y otros tratamientos.
  • Medicación: Dependiendo de la causa subyacente, el veterinario puede recetar medicamentos para aliviar el dolor, reducir la inflamación o tratar enfermedades subyacentes.
  • Cambios en la dieta: En algunos casos, se pueden recomendar cambios en la dieta para ayudar a controlar el peso de tu perro y reducir la presión sobre las patas traseras.
  • Ayudas de movilidad: Si la debilidad es grave, tu veterinario puede sugerir dispositivos de ayuda, como arneses con soporte para las patas traseras o sillas de ruedas para perros.
  • Atención a las necesidades especiales: Si tu perro tiene dificultades para orinar o defecar debido a la debilidad en las patas traseras, es importante brindarle la atención y la asistencia necesarias. Puedes consultar con tu veterinario sobre cómo abordar estos problemas.
  • Terapia y cuidados a largo plazo: En algunos casos, la debilidad en las patas traseras puede ser crónica. En estos casos, es importante seguir el plan de tratamiento y cuidados a largo plazo recomendados por el veterinario para mantener la calidad de vida de tu perro.

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