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Sards en perros: Cómo afecta este trastorno ocular

La pérdida total de visión es una patología que no es frecuente en perros y que en todo caso se produce de forma paulatina en aquellos ejemplares de más edad, con la salvedad del SARDS. El Síndrome de Degeneración Retiniana Adquirida Repentinamente puede afectar a perros de todas las edades y tiene una evolución máxima de dos semanas antes de producir ceguera.

La ceguera no es una patología que aparezca con frecuencia en perros y en todo caso se trata de un trastorno que suele seguir una evolución paulatina y que principalmente afecta en mayor medida a los ejemplares de edad avanzada.

Cuando los afectados son ejemplares más jóvenes, y más allá de las causas hereditarias, la pérdida de visión suele estar motivada por una aparición temprana de cataratas o por padecer el animal algún tipo de enfermedad degenerativa o no degenerativa cuyos síntomas terminan por afectar a su capacidad de visión.

¿Qué es atrofia progresiva de retina en perros?

En los perros de más edad la ceguera puede venir originada por la aparición de las famosas cataratas, por la más grave presencia de Atrofia Progresiva de la Retina (ATR), por padecer glaucoma (una enfermedad degenerativa del nervio óptico y de la retina) y por enfermedades relacionadas con la córnea, como la queraconjuntivitis o el “pannus” córneal. Anotar que esta última patología ocular es más frecuente en ejemplares de pastor alemán.

¿Qué es el Sards en los perros?

Por otra parte, pocos propietarios conocen la existencia del denominado Síndrome de Degeneración Retiniana Adquirida Repentinamente (SARDS), un trastorno que produce la muerte irreversible de los fotorreceptores retinianos causando con ello la ceguera total en la mayoría de los animales que lo padecen. Los estudios al respecto reflejan que tan sólo un 8-9% de los perros afectados consiguen recuperar la visión de forma parcial.

¿Cómo se cura el Sards en los perros?

Una de las características del SARDS es que se trata de una patología que evoluciona rápidamente, en un plazo máximo de dos semanas, y cuyos orígenes se desconocen, lo que dificulta el diagnóstico y el tratamiento veterinario. Por esta razón es frecuente que los perros que padecen SARDS pierdan la visión de forma repentina y sin la existencia de síntomas previos que permitan un tratamiento urgente.

Por otro lado, parece demostrado que el SARDS no es una enfermedad que reduzca la esperanza de vida de los perros que la sufren, aunque está demostrado que en un alto porcentaje estos animales padecen otros trastornos orgánicos de tipo renal, respiratorio, pancreático, etc.

Si hablamos de razas caninas los datos afirman que las más expuestas a sufrir SARDS son los perros salchicha, los schnauzer miniatura y los carlinos.

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