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Acné en gatos: Todo sobre el acné felino

El acné felino es un problema muy frecuente en las consultas veterinarias. Se trata de un trastorno que viene causado por una sobreactivación de las glándulas sebáceas y que se traduce en una producción anormal de grasa. Mantener una buena higiene en el animal y el tratamiento especializado son los mejores consejos a la hora de evitar que el acné pueda derivar en infecciones cutáneas.  

El acné no es un problema exclusivo de los seres humanos y ello explica por qué el acné felino es uno de los problemas dermatológicos más frecuentes en gatos. 

La mayoría de casos son muy leves y pasan desapercibidos, pero en los casos más avanzados podemos detectar cambios de coloración y en el aspecto del pelaje en la zona afectada. De no tratarse adecuadamente estas lesiones pueden complicarse con la aparición de infecciones producidas por bacterias y hongos. 

En los gatos el acné puede aparecer a cualquier edad, aunque los primeros síntomas suelen detectarse cuando el animal es cachorro o joven. Tampoco hay mayor prevalencia en machos o en hembras, aunque si que ha podido observarse una mayor afectación en ejemplares de capa clara (blanca, beige o crema). 

Cuál es la causa y cuánto dura el acné felino 

En la piel de los gatos existen glándulas sebáceas, pequeños sacos unidos en la mayor parte de los casos a los folículos pilosos (base de los pelos), que producen la grasa que protege la piel e impermeabiliza el pelo. 

Los gatos, como sucede con el resto de felinos, utilizan esta grasa para dejar marcas olfativas en su territorio. Para hacerlo restriegan distintas zonas de su cuerpo contra objetos y personas y por esta razón las zonas que usan para marcar (labios, barbilla, sienes y base de la cola) contienen una mayor cantidad de glándulas sebáceas. 

En algunas ocasiones estas glándulas se sobreactivan aumentando de forma anormal la producción de grasa. Esto, unido a que los folículos comienzan a producir una mayor cantidad de queratina, hace que se acumule gran cantidad de una sustancia oscura y densa y que aparezcan los puntos negros -el acné felino-, especialmente en la barbilla y alrededor de los labios. 

acné en gatos

Estos deshechos taponan los folículos dañando el pelo, que como consecuencia de ello se cae dejando zonas prácticamente calvas, y dificultando el crecimiento de pelo nuevo.  

Por otro lado, esta acumulación de deshechos puede acabar provocando la aparición de bacterias y hongos, circunstancia que puede desembocar en una infección del folículo (foliculitis) o una infección de la piel (pioderma). 

¿Cómo tratar el acné en los gatos?

Se desconoce cuál es la causa del aumento de producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas, aunque en muchas ocasiones está relacionado con situaciones de estrés, alergias y cambios hormonales.  

También se ha observado que en ciertas estaciones, como otoño y primavera, la producción de grasa es mayor y que este trastorno es más frecuente en animales o zonas de pelo claro y piel rosada.  

El tratamiento del acné felino es complicado y el problema suele reaparecer cada cierto tiempo, por lo que los gatos diagnosticados con esta alteración deben estar siempre bajo vigilancia para evitar que el acné se complique con infecciones de la piel. 

acné en un gato

En los casos leves o al inicio del cuadro el objetivo principal es la eliminación del exceso de grasa mediante lavados con desinfectantes adecuados. Es importante retirar la suciedad evitando raspar en exceso la piel, ya que ésta puede irritarse y complicar las cosas.  

En los casos más graves puede ser necesario suplementar el tratamiento con pomadas antibióticas o antifúngicas e, incluso, con tratamientos orales para controlar las infecciones. Si existe mucho picor el uso de corticoides tópicos puede aliviar al animal y si el problema está asociado a una alergia debe tratarse también la causa primaria. 

¿Cómo limpiar la barbilla de mi gato?

De cara a prevenir el acné o reducir la frecuencia de su aparición hay dos consejos para los propietarios de gatos. El primero es mantener una buena higiene de la barbilla y de los labios, limpiando frecuentemente la zona con agua tibia y un jabón neutro que no reseque.  

Además, también se ha observado que el uso de comederos y bebederos de cerámica o de metal sirve para mejorar el problema.

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