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Clonación de mascotas, ¿necesidad afectiva o interés económico?

La clonación es un tema muy controvertido desde la aparición de la oveja Dolly en 1996. Aunque hay muchos detractores de estas prácticas, en el mundo de las mascotas la clonación se está abriendo camino. En unos casos se trata de una necesidad afectiva por parte de los propietarios, pero en otros la clonación responde al interés económico de quienes viven de que sus mascotas aparezcan en las redes sociales.

clonación de perros carlino

El 5 de julio de 1996 nacía la famosa oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de células somáticas (no reproductivas) de un animal donante. Este exitoso experimento dio paso a todos los avances que han llegado con el cambio de siglo, extendiéndose la clonación al mundo de las mascotas.

La razón es que los animales de compañía, perros y gatos principalmente, son parte fundamental de las familias y personas con las que conviven, lo que convierte a la clonación en una necesidad afectiva. Por otro lado, también es frecuente observar como algunas mascotas son estrellas de fama internacional en las redes sociales, un negocio que sus propietarios desean perpetuar.

En este sentido no es de extrañar que la clonación de mascotas se haya convertido en una opción real y lo que hasta hace unos años era algo anecdótico y hasta cierto punto extravagante, a día de hoy se ha extendido y ya existen empresas que ofertan este servicio a precios más o menos asequibles.

¿Qué es la clonación?

Desde un punto de vista científico la clonación consiste en un procedimiento genético mediante el cual y de forma asexual se obtienen copias idénticas de un organismo.

clonación de mascotas

De forma muy resumida el procedimiento consiste en tomar una célula del cuerpo del animal a clonar, que será la que aporte el material genético, y fusionarla con un óvulo al que se le extrae todo el ADN. Así se forma un embrión que será implantado en la madre sustituta y que portará únicamente la información que contenía la célula del donante.

Aunque el clon es genéticamente y físicamente idéntico, esto no significa que el animal resultante sea exactamente igual. En este caso hay que tener en cuenta que el carácter viene dado por la genética, pero también por el entorno, la educación o las experiencias.

Por esta razón los clones pueden llegar a tener un carácter totalmente opuesto al del animal clonado, aunque sean similares en el resto, algo que en muchos casos no se tiene en cuenta a la hora de recurrir a la clonación.

Desde 1979, cuando se obtuvieron los primeros ratones clonados, los científicos han logrado clonar hasta una docena de especies animales. Actualmente, la empresa americana ViaGen Pet ofrece este servicio con precios que van desde los 35.000 euros de un gato hasta los 85.000 euros de un caballo, pasando por los 50.000 euros de un perro.

De Barbara Streisand a Instagram

El primer caso de famosos que han clonado a sus mascotas fue el de Barbra Streisand, que en 2018 reveló que había encargado dos clones de su perra Samantha fallecida en 2017. Los cachorros se obtuvieron a partir de células de la boca y el estómago y son copias idénticas de su progenitora.

Las perritas Miss Scarlet y Miss Violet, de raza Cotón de Tulear, se hicieron famosas tras aparecer en una portada de la revista Variety, donde Barbra Streisand contaba todos los detalles de su decisión. Desde entonces ya son muchos los dueños que han decidido seguir sus pasos.

Uno de los casos más sonados es el de la “influencer” californiana Udvar-Hazy, que clonó a su perra Willow obteniendo cinco cachorros, uno de los cuales -Phoenix- es la estrella de su cuenta de Instagram.

Actualmente, existen en redes sociales cuentas dedicadas a mascotas clonadas, como “Clash of the clones”, en la que se muestra el día a día de tres chihuahuas genéticamente idénticos o “Baxter the Clone”, que tiene como protagonista un caniche miniatura.

Aunque en algunos casos la clonación viene del deseo de superar la pérdida de un compañero peludo, en muchos casos la razón es puramente económica, y el objetivo es perpetuar las ganancias procedentes de las redes sociales o los trabajos de publicidad y cine de los animales “famosos”.

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