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10 similitudes entre perros y gatos

Habitualmente considerados mascotas opuestas, lo cierto es que perros y gatos mantienen ciertas similitudes o hábitos en común que merecen ser comentados. Hacemos un repaso a todo aquello en lo que coinciden los dos tipos de animales domésticos más habituales.

miedo de los gatos a los perros

1. Ambos son animales de compañía

Comenzamos con lo más evidente, que no deja de ser lo más importante. Tanto perros como gatos son catalogados como mascotas y animales que pueden convivir con humanos. Ambos necesitan una educación o un adiestramiento diferente en cualquier caso, pero ello no quita que, como decimos, sean las dos mascotas por antonomasia del ser humano por su gran capacidad de adaptación a nuestro entorno.

2. Pueden tener crías múltiples

Las hembras de ambas especies pueden quedar embarazadas y dar a luz a varias crías, siendo además capaces de criar a todos sus cachorros a la vez sin necesidad de algún tipo de ayuda. Resulta también curioso que tanto perros como gatos pueden padecer embarazo psicológico.

3. Postura corporal para alimentarse

Siendo ambos animales carnívoros, mantienen una postura corporal similar para alimentarse. Su estructura corporal es igualmente parecida, así como sus dientes, sistemas digestivos, cola, patas y pelaje.

4. El estrés o ansiedad por el hábitat

Para ellos el entorno del hogar es fundamental y sufren por cualquier tipo de cambio relacionado con el hábitat habitual. Es entonces cuando aparecen síntomas de estrés o ansiedad similares en ambas mascotas.

5. Comportamiento territorial

Y si hablamos de hábitat, cómo no hacerlo de la territorialidad tan característica de estos dos animales de compañía. El comportamiento territorial innato se produce en ambas especies tanto por la dominancia como por la excesiva protección que puedan ejercer sobre sus cachorros o incluso con los humanos con los que conviven. Una respuesta en forma de defensa sobre lo que consideran suyo que puede controlarse por nuestra parte para que pierdan interés en aquello que desee proteger.

6. La postura de la cola

Igual que sucede con la postura corporal para comer, tanto perros como gatos realizan movimientos similares con su cola que se suele relacionar con un estado o expresión de alegría, en el caso de los perros, o tranquilidad en los gatos.

7. Entierran los excrementos

Ambos animales tienen la costumbre innata de enterrar sus excrementos tanto para ocultar su olor como para protegerse de otros depredadores. Un hábito que nace del instinto de supervivencia con el que perros y gatos cuentan.

8. Sus movimientos en círculos

Si has tenido perro o gato, te habrás fijado a buen seguro que, antes de tumbarse, suelen realizar movimientos en círculo. Un gesto que heredan de sus antecesores, puesto que al tratarse de animales salvajes giraban con el fin de rodear sus guaridas. Además, ambas especies olfatean el espacio en el que se encuentran para comprobar si ahí ha estado otro animal previamente. Y con el hecho de rodear tal zona intentan mostrar y hacer ver que se trata de un lugar que les pertenece.

9. Comparten algunos miedos

Sobre todo a los ruidos. El sonido que producen los petardos o fuegos artificiales es uno de los miedos más conocidos de los perros, pero también lo es de los animales felinos. El excesivo volumen del ruido que provocan estos artefactos es igualmente desagradable para ambas especies, pudiendo provocar en ellas problemas auditivos, estrés o ansiedad.

10. Pueden ver en la oscuridad

Los gatos pueden ver en la oscuridad infinitamente mejor que los humanos, siendo esta una de sus particularidades más llamativas y reconocidas. En el caso de los perros, su visión nocturna no alcanza ese nivel y confían más en su instinto olfativo, aunque también cuentan con esta capacidad más desarrollada que las personas.

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