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Rabia: Advierten de los riesgos que conlleva la enfermedad en España

La Confederación Empresarial Veterinaria Española considera vital hacer una llamada de atención sobre la reiterada entrada del virus de la rabia en España. Más si cabe tras el caso del fallecimiento de la víctima contagiada en Marruecos.

Tras el reciente caso de rabia que ha supuesto el fallecimiento de la víctima contagiada por la mordedura de un gato en Marruecos, la Confederación Empresarial Veterinaria Española ha lanzado un comunicado para advertir de los riesgos relacionados con esta enfermedad vírica. Y es que además del paciente que ha perdido su vida tras estar ingresado en el Hospital de Cruces (Barakaldo), también se produjo un suceso similar que provocó la muerte en 2014 de una mujer nacida en Marruecos que residía en Madrid.

Dos casos que han tenido lugar en los tres últimos años y que se han sido causa de los desplazamientos de personas desde países donde la rabia es endémica. Estos han aumentado de manera exponencial, tanto por turismo como por viajes de población migrante, siendo destacable un incremento paralelo de desplazamientos de animales.

Si bien existe una rutina para el control de animales que entran desde estos países, según el CEVE, se están produciendo entradas no controladas. Y con ello han tenido lugar los eventos de Argés (Toledo) en 2013 y de Melilla de junio del 2019. Ambos casos en los que perros desarrollaron la rabia tras haber estado en territorio marroquí. El primero de ellos llegó a circular durante más de 2 meses por diferentes lugares de España una vez adquirido el virus, y cuando enfermó llegó a morder a hasta cinco personas.

En España se han presentado casos de rabia selvática, que puede ser transmitida por los murciélagos. En 2018 fueron dos los ejemplares infectados, en Huelva y en Valladolid, que habían mordido a sendas personas.

La CEVE recuerda que la forma de contagio de la rabia a humanos más probable es la mordedura de un perro (95% de los casos), aunque también puede suceder por la de un gato o un murciélago. Pero el contagio también es posible mediante otros tipos de herida o por otras especies.

El periodo de incubación es muy variable, desde pocos días hasta más de un año, y durante el mismo podría haber eliminación de virus y, por ende, riesgo de contagios. Dicho virus invade el sistema nervioso y, si no se actúa antes de la aparición de los síntomas, la mortalidad es elevada. La Confederación recuerda que la rabia termina con la vida de unas 60.000 personas cada año y sólo se han registrado unos 15 casos de supervivencia, sufriendo las personas que han sobrevivido graves secuelas neurológicas a posteriori.

CEVE reflexiona que, si bien las medidas que se llevan a cabo en la actualidad se han mostrado en general eficaces, es evidente que se suceden demasiadas entradas a España tanto de personas como de animales con el virus de la rabia. Dado el altísimo riesgo de mortalidad de esta enfermedad, propone reforzar más si cabe las precauciones.

La confederación recomienda llevar a cabo las actuaciones de comunicación necesarias para que los viajeros eviten riesgos, además de prestar atención sanitaria siempre ante cualquier incidente con animales en países donde la rabia es endémica, y en toda ocasión en el caso de los murciélagos.
Además, considera necesario extremar los controles y fomentar la concienciación acerca del grave riesgo de introducir animales no controlados.

Finalmente, la CEVE valora la posibilidad de recuperar la vacunación obligatoria en los territorios donde no lo es en la actualidad, como las regiones de Galicia, Asturias, País Vasco o Cataluña. El objetivo no es otro que prevenir la posible aparición de brotes, para lo que según la OMS, es necesario que al menos el 70% de la población de carnívoros domésticos (perros, gatos y hurones) esté vacunada. La confederación de veterinarios CEVE insiste en que no puede considerar que a día de hoy el riesgo de aparición de un brote originado por un animal importado no controlado sea 0.

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