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Boerboel, el perro de los “bóers” que no conoce el miedo

Boerboel

Los primeros colonos en llegar a Sudáfrica fueron granjeros holandeses (bóers) que lo primero que hicieron fue cruzar las razas de perros llegados al país para conseguir un animal de guardia, custodia y defensa personal. Así surgieron los Boerboel, los perros que no conocen el miedo.

Antes de convertirse en colonia británica -Guerra de los Bóers- Sudáfrica fue un territorio colonizado en parte por granjeros llegados desde Holanda (bóers), colonos que para el cuidado de sus granjas y de sus animales tuvieron que “diseñar” una raza propia de perros de guardia, custodia y defensa personal.

Los Boerboel, o perros de los bóers, también conocidos con el sobrenombre de mastines sudafricanos, surgieron del cruce de ejemplares Bullmastiff, Gran Danés y Bullenbeisser llegados hasta África de la mano de colonizadores alemanes, ingleses y franceses. Con este proceso de mestizaje los “afrikaners” consiguieron unos perros que desconocen el miedo y que se atreven con cualquier “enemigo” que se les ponga enfrente sea cual sea su tamaño y armamento, lo que incluye leones, rinocerontes, elefantes, búfalos, etc.

Se trata de una raza de perros de tamaño grande con un peso que puede oscilar entre 70 y 90 kg y donde los machos pueden alcanzar los 75 centímetros de altura (las hembras llegan a los 65 cm). El Boerboel es un perro musculoso, fuerte, bien proporcionado, con una cabeza corta y de forma cuadrada, hocico negro con orificios nasales grandes, orejas medianas, cuello poderoso y un pelo suave y de textura suave. Por regla general todos los Boerboel tienen el rabo amputado.

Una de las características que llaman la atención en los ejemplares de esta raza es que sus ojos pueden presentar con frecuencia tonalidades amarillas, azules y grises. En relación al color del pelo junto al castaño y negro son habituales las capas atigradas, leonadas, marrones rojizas, etc, que hacen de estos perros unos animales que pueden mimetizarse fácilmente con su entorno y perfectamente adaptados a las exigencias de un territorio selvático.

El Boerboel es un perro de granja que necesita de espacios abiertos y de abundante ejercicio diario, lo que significa que no es el animal de compañía ideal para ambientes domésticos reducidos. Por otro lado, tratándose de un perro de guardia y custodia su “socialización” no siempre es fácil, dado que en su ADN está el mostrarse afectivo y juguetón con las personas de su círculo familiar y agresivo con los desconocidos.

La expectativa de vida de un Boerboel está en el entorno de los doce años y entre los problemas de salud que pueden presentar está la displasia de cadera y aquellas dolencias que afectan a la tiroides y el corazón.

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